El dolor es el principal motivo de consulta médico y su alivio uno de los grandes objetivos de la medicina
La importancia del dolor
El dolor es el principal motivo de consulta médica, más del 80% de los pacientes acuden al médico con algún cuadro doloroso o en el que el dolor es uno de los síntomas principales. El dolor crónico afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo, alterando sus funciones físicas y emocionales, restringiendo su capacidad para trabajar y disminuyendo su calidad de vida. Aproximadamente una de cada tres personas sufre de dolor crónico. El dolor como síntoma -actualmente considerada la quinta constante vital- es la principal causa médica de pérdida de productividad de un país, por ello se considera un problema de salud pública.
La definición del dolor
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define el dolor como «una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño real o potencial de los tejidos, o descrita en tales términos». Lo que viene a decir esta definición es que el dolor es una experiencia y por tanto es subjetivo y está condicionado por la propia persona en términos de creencias, vivencias, experiencias, etc… Otra característica importante es que el dolor puede corresponderse con un daño de los tejidos corporales o puede no ser así pero ser vivido como tal.
Dolor y sufrimiento
El concepto del dolor y el de sufrimiento frecuentemente van asociados pero no tiene porque ser así siempre pues obedecen a diferentes fenómenos. El sufrimiento se define como un estado de severo estrés asociado con eventos que amenazan la integridad de la persona. No todo el dolor cursa con sufrimiento ni todo el sufrimiento es causado por el dolor, pero lo cierto es que el dolor crónico de naturaleza severa suele ir asociado a un componente de sufrimiento.
El papel biológico del dolor
El dolor tiene un papel protector. Nos advierte de un peligro inminente o real de lesión. Si la lesión es inevitable, un conjunto de cambios en la excitabilidad del sistema nervioso central y periférico pueden provocar una profunda pero reversible hiperexcitabilidad en el tejido inflamado y el circundante. Este proceso evitará más daño pues el sujeto tenderá a evitar el contacto y la movilización de la zona afectada hasta el daño se cure.
Sin embargo, esto no es así en el dolor crónico. El dolor crónico carece de este sentido biológico pues el daño tisular ya se ha curado o se el paciente ya es consciente de ello pero el dolor se convierte en el síntoma principal de la enfermedad, causando sufrimiento y estrés.
Dolor crónico
Se define así al cuadro de dolor que dura más de 3 meses, tiempo habitual para que una lesión aguda haya curado. Tras este tiempo ocurren cambios en el sistema nervioso -neuroplasticidad- que pueden perpetuar el dolor mediante la excitación espontánea de los centros nerviosos en ausencia de estímulos periféricos.
Tipos de dolor crónico
Si atendemos a los tipos de dolor según su mecanismo neurofisiológico podemos encontrar:
- Dolor Nociceptivo: es aquel que se mantiene por una lesión continuada de los tejidos.
- Dolor Inflamatorio: aquel causado por la inflamación tisular, puede tener carácter adaptativo y protector.
- Dolor Neuropático: es aquel causado por un mal funcionamiento o lesión de los nervios que se encargan de transmitir la señal dolorosa. Por ello es conocido como dolor patológico.
Tratamiento del dolor
Dado que se trata de un síntoma muy prevalente como ya hemos visto, cualquier médico se ve con frecuencia implicado en su tratamiento, dado el carácter habitualmente benigno del dolor, un tratamiento farmacológico convencional en la fase aguda puede ser satisfactorio y habitualmente lo es. El problema viene cuando estamos lidiando con dolor crónico, aquél que persiste más de 3 meses y en el que los centros nerviosos pueden haber quedado patológicamente activados, ocasionando un bucle de excitabilidad que perpetúa la experiencia dolorosa. En otras ocasiones el dolor se perpetúa porque el daño tisular es permanente – como ocurre en la artrosis – provocando una excitación ocasionada por la inflamación que rodea a la lesión.
Tratamiento farmacológico del dolor
En los casos de dolor crónico, el abordaje convencional farmacológico no suele dar resultado. Enumeremos los porqués:
- Los fármacos antiinflamatorios no están diseñados para tomarlos de forma crónica, porque interfieren con otros sistemas y ocasionan efectos secundarios graves: hipertensión, problemas digestivos, problemas renales.
- Los fármacos opioides no están indicados en el tratamiento del dolor crónico salvo excepciones, porque son adictivos, ocasionan múltiples efectos secundarios y pierden eficacia debido a fenómenos de tolerancia.
- Los coadyuvantes analgésicos – medicamentos que sin ser analgésicos contribuyen al control del dolor- como es el caso de la pregabalina, tienen también muchos efectos secundarios, escasa efectividad y normalmente no se alcanzan dosis terapéuticas por que los pacientes no los suelen tolerar.
Otros tratamientos no farmacológicos del dolor
Por tanto, vemos que el tratamiento farmacológico no suele dar buen resultado en el dolor, veamos otros abordajes convencionales que tampoco suelen dar resultado:
- Fisioterapia: Puede ser muy útil en dolor agudo, pero en los casos de dolor crónico en los que hemos visto que el proceso local ya curó o bien no se va a mejorar considerablemente por la fisioterapia – por ejemplo la artrosis- tendrá escasa efectividad y será en todo caso temporal.
- Cirugía: Puede ser una opción en determinados casos de dolor crónico, como la artrosis de rodilla, de cadera o el síndrome del túnel carpiano, pero en otros muchos los resultados suelen ser mediocres en el mejor de los casos – por ejemplo la cirugía de columna cuando no está indicada- o provocar lesiones aún peores. En cualquier caso se trata de una manera arriesgada de tratar el dolor y hay que estar seguros de que se han desechado otras terapias de menor riesgo previamente.
Las unidades de dolor
Desde hace no demasiados años en que se comenzaron a crear las unidades de dolor, se ha impuesto una necesidad, resolver el tratamiento del dolor de una manera eficaz, sin efectos secundarios y con los mínimos riesgos posibles. Para ello los profesionales mejor preparados son los anestesiólogos y dentro de ellos los que se han formado en una subespecialidad de terapia del dolor, a estos profesionales se les llama algólogos – especialista en tratamiento del dolor-. Pero, ¿qué los hace especiales? La razón de su especialidad es que se han capacitado para diagnosticar y tratar el dolor crónico mediante técnicas intervencionistas que van dirigidas o bien al foco origen del dolor o bien a los centros implicados en su cronicidad. Estas técnicas forman lo que se conoce como tratamiento intervencionista del dolor y resulta novedoso porque es una forma de afrontar el dolor de una manera más eficaz, inmediata, segura y sin efectos secundarios de la que ofrecían los tratamientos convencionales.
Cómo tratamos el dolor en Dolentia
En Dolentia disponemos de un gran arsenal de técnicas intervencionistas de mayor o menor complejidad, pero todas ellas realizadas por nuestro médico especialista en terapia del dolor, el Dr. Martin Rodriguez Banqueri. Junto a estas técnicas, guiadas por imagen mediante ecografía o radiología, complementamos el tratamiento con el apoyo de una enfermera que realiza el valoraciones, seguimientos, planes de cuidados y tratamientos específicos. Igualmente contamos con la labor de una fisioterapeuta que maximiza la recuperación de la función tisular y rehabilita al paciente mediante su actuación, maximizando el efecto de las intervenciones que otros profesionales puedan realizar o incluso evitando que el dolor requiera de tratamientos más complejos o invasivos. Por último el círculo se cierra con el apoyo de una especialista en psicología que se encarga de valorar y tratar otras esferas que puedan haberse visto afectadas por el dolor, recuerda que el sufrimiento puede seguir un curso independiente del dolor y requiere de tratamientos específicos. En aquellos pacientes en los que se precise, contamos con el apoyo de una experta en nutrición que se encargará de trabajar desequilibrios y recomendar la dieta más adecuada para el paciente.
Lo que ofrece Dolentia es el tratamiento intervencionista del dolor agudo y crónico, poniendo un equipo a disposición del paciente, con una preparación científico-técnica de último nivel como requiere un paciente que sufre y experimenta dolor.